Melodía versus melodías

En la nebulosa gris de la existencia
Donde vienen una infinidad de voces
A traerme los acontecimientos del mundo
Como un sonido estridente,
Se confunden con la ansiedad de los sentidos anhelantes.

Una caricia suave que lo llena todo,
Despierta el sentido más profundo del ser,
Aquel en donde se anidan los sueños
Las esperanzas más antiguas,

Se acallan aquellas voces y sonidos estridentes
Que perturban los sentidos,
Confundidos en la nebulosa gris.
Adolecen de novedad.

Viene cubriéndolo todo,
Suficiente,
Rebosante,
Ardiente como un llama,
Definitiva, como la anhelada eternidad.

Se vacía entonces
La efímera ilusión
de aquellos ensueños, que forjaron
los sonidos estridentes,
insuficientes para cubrir
la cavidad de su espacio.

Suave caricia primigenia,
Que engloba los puntos cardinales,
De meridiana longitud,
De perfecta armonía,
Todas las melodías de la creación,
Conforman un coro de mil voces,
Jamás oído,
Siempre anhelado.

Se oirán
en la inmensidad de los siglos sin fin,
para satisfacer el anhelo ancestral
que habita en las profundidades
inmaculadas del ser.